El escritor e ilustrador Fernando Martínez ha reunido a un montón de microrrelatistas, participantes asiduos de Relatos en Cadena de la Ser, con la idea de intentar publicar una selección de relatos "perdedores", es decir, enviados al concurso y que no hayan resultado finalistas ni ganadores semanales. Tuvo el acierto de bautizar la convocatoria, que se está desarrollando en Facebook, con el nombre de "Despojos del ReC".
Hoy es el día de presentar mis relatos y estoy feliz, porque un grupo de compañeros (algunos conocidos desde hace tiempo, otros de reciente descubrimiento por mi parte) están leyéndolos y comentándolos. Para celebrarlo voy a publicar uno de los últimos micros que presenté, que comenzaba en su momento con la frase: "A ver si así consigue asi que papá no haga más el indio". Lógicamente he cambiado un poco el inicio, pero ni así disimula su carácter de fracasado. Todos recomiendan que, si se le va a dar otra oportunidad a un relato presentado al concurso, es necesario suprimir la frase de inicio; sin embargo, por mucho que se intente disimular, un despojo siempre será un despojo. Pero no hay de qué avergonzarse, entre los relatos no seleccionados por el jurado del ReC he leído muchos que son verdaderas joyas y otros que, siendo joyas o no, han tenido éxito en otros concursos, alguno muy codiciado por sus suculentos premios.
Corazón sioux
Intentando que dejara de
hacer el indio ya le habíamos escondido el hacha, las plumas y las
pinturas de guerra; por fin el sábado, mientras dormía la siesta,
le trasquilamos la melena. Desde entonces papá dejó de hablarnos,
encendió una hoguera en el patio y pasaba las horas tapándola y
destapándola con una manta. Hasta que acudieron a buscarlo. Doce
guerreros y trece caballos. Escapó con ellos a galope, por la vía
de servicio, y no hemos vuelto a saber de él.
El pelo natural se cotiza
a buen precio. A los cueros cabelludos que tenía almacenados en el
garaje les vamos dando salida poco a poco, por no despertar
sospechas.